Roque, el viudo de la calle cortada en Caballito, tiene un salón de tango. “ Dos por tres” se llama, pero está claro, se enseña dos por cuatro. Su mujer Clara se murió barriendo la vereda. Plop. Que no te lo creas pero así fue, con los pies llenos de rocío y la escoba en su mano derechachachau! Clarita.
De tanta soledad de tantos años, Roque pensó que cada tanto, dos por tres, dos por cuatro, dos y dos …podía estar bien bailarse un tango. Una cosa trae la otra la otra que así que va se puso con el machimbre, los espejos y se vino la milonga.
La calle ahora es arteria y en la esquina cortada se pueden leer los horarios pegados en el blindex.
El día de la inauguración, Roque se puso el traje negro de cuando bautizaron a su sobrino Jorge, aquella corbata roja que le gustaba a Clara y las últimas ballenitas porque parece que no se fabrican más?
El mismo día de la inauguración:
- Pintón el viudo.
- Es viudo?
- Si claro , es viudo hace tiempo ya
- No lo había visto antes.
- Yo lo ví primero.
- Y yo
- Mirá que bien planchada la camisa
- Lindo
- Guapo
- Buennaaas noche, damas.
Mujeres solitarias rodearónle muy rápido para ofrecerle cortes y quebradas. María la del barrio, Malena, la Morocha del patio, Betty…
Y el hombre le hizo. Le hizo dos por cuatro a todas. Y a más. Y le hizo y le hace desde entonces, de martes a domingos de 15 a 22hs.
(*) A media luz. Donato-Lenzi
4 comentarios:
lástima no saber escribir la música que le he puesto al post.
naaaa,
el post tiene su música.
2x3 sobre cinco, lo dice un entendido.
Qué lindo!
Cierto, los tangos son una agridulce manera de llorar la pena con canto, de sacudirse una tragedia con movimientos pronunciados. Linda analogía ;)
Y mil gracias por la deferencia del saludo en un costado, es todo un honor!!! Sobre todo por venir de una escritora tan buenaza como tú :).
Un abrazo desde México.
quién va a poder vivir de vender ballenitas...?
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