Era una camioneta color bordó que venía desde el norte y hacia el sur. En su caja llevaba un colchón desnudo atado con una soga. Tal vez dormían allí la pareja y el bebé en el medio, después de tomar la teta, el bebé. Una rueda de auxilio de tractor. Tal vez era el tractor del tío Marcial que me llevó a dar una vuelta cuando yo era pequeña. Dos tambores de gasoil. Tal vez eran de nafta. Una mesita de luz, una mesa de cocina con las patas para arriba. Tal vez en la mesita de luz había una estampa de la virgen de Guadalupe o una foto de Gilda. Y dos perros. El del lado de la derecha tenía una mancha blanca en la cabeza y el de la izquierda, no. Tal vez se llamaban Manchita y Sultán. Tal vez no eran perros y eran perras.
Manejaba un hombre joven con barba que en la cabeza tenía un gorro de lana azul. Tal vez era de cashmilon. Azulado, no. A su lado, si. A su lado iba una muchacha de mejillas rojas con un bebe encima. Que era el mismo que tal vez dormía en el medio de la pareja sobre el colchón que iba en la caja. Un bebé varón celeste. Luego, azulado, no. Celeste, no. A su lado si, iban tres niñas de trenzas finas. Tal vez una era la hermana de Marisa que iba a la otra escuela. Sobresalía la del medio con flequillo y anteojos. Nueve trenzas, tres pares de trenzas finas y un flequillo. Tal vez dos tenían flequillo pero seguro,seguro, eran nueve trenzas individuales. Del espejo retrovisor colgaba una cinta roja, una pata de liebre y un rosario de perlas de plástico tornasoladas, si. Tornasoladas. Tornase todo tan triste. Torno sé. No sé. Todo. Triste. Trágico. Tumbaron. Tum tum tam tum tam tummmmmmmmm. Tal vez. TRASH.AHH.AAAHHH.A.HHH.
1 comentario:
Así la vida que corre tan cotidiana se tropieza de repente.
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