Tenía que ser y fue. La tía Nora y el tío Marcial llevaban 38 años de casados y vivían en una casa con ventanas pequeñas, al lado de la nuestra. Tuvieron tres hijos que se fueron lejos del barrio y sólo les quedó un perro obeso y la quinta de hierbas aromáticas, como toda ocupación. El sabor de la tarta de manzanas de la tía y los potajes en olla de barro de Marcial, nunca tendrán parangón.
Marcial se enfermó de golpe y murió demasiado rápido para nuestro consuelo. La tía, cada vez que empezaba la semana le decía: “ Si te morís el lunes, yo te acompaño el martes” ; “ Si te morís el martes, yo te acompaño el miércoles” ; “ Si te morís el miércoles, yo te acompaño el jueves” …Y regaba y medía la altura del estragón como queriendo estirar las plantas y la vida. Se murió un viernes, Marcial, y al día siguiente….Tenía que ser y fue. Nora se fue el sábado, sin que ninguno de nosotros imagináramos que él, tan inmediatamente, se lo iba a reclamar.
Marcial se enfermó de golpe y murió demasiado rápido para nuestro consuelo. La tía, cada vez que empezaba la semana le decía: “ Si te morís el lunes, yo te acompaño el martes” ; “ Si te morís el martes, yo te acompaño el miércoles” ; “ Si te morís el miércoles, yo te acompaño el jueves” …Y regaba y medía la altura del estragón como queriendo estirar las plantas y la vida. Se murió un viernes, Marcial, y al día siguiente….Tenía que ser y fue. Nora se fue el sábado, sin que ninguno de nosotros imagináramos que él, tan inmediatamente, se lo iba a reclamar.
*estragón
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