Se escapaba. ¿Se escapaba? No lo supe nunca pero dejé de verlo cruzar la calle manipulando su silla de ruedas. A mi me gusta mirar el mundo desde el balcón, riego unos corales blancos y le converso al catus cada mañana. Los corales son fieles y florecen por bastante tiempo,el cactus me lo regaló Manuel que ni es fiel ni florece, pero le quiero. Le quiero, en neutro, como declaman las heroínas de la novela " Sin tetas no hay paraíso". No habrá. ¿?. Si no modifico el horario para abrir las ventanas, la vida que pasa se mantiene constante: el viejito que se escapa en la silla de ruedas; un perro marrón que mea cada 5 metros y el autobus- vocabulario culebrón- el bus de las menos un cuarto.
Anoche comimos chana masala con arroz y un naan con curry para festejar el viaje de Edith, el fin de las vacaciones.... Marisa se jubiló y parece que se quedará sola porque Anita decidió vivir en Chile; Julia conoció a un domador en la fiesta del caballo y se divierte sin hablar. Estuvo rica la cena y se nos hizo tarde pero hoy, puntual, mi balcón al mundo se abrió para que yo coralee. El perro, el bus, ese aire fresco y expectante del día...menos el viejo que huye, que huía veloz manipulando su silla de ruedas. Me queda conversar con el cactus antes de ir a la oficina con los alfajores de Gesell y el vestido escotado (que vean que estoy bronceada, que no engordé en la playa... ). Aprovecho las espinas para comentar del viejo y me voy al lunes. Otra vez.
Anoche comimos chana masala con arroz y un naan con curry para festejar el viaje de Edith, el fin de las vacaciones.... Marisa se jubiló y parece que se quedará sola porque Anita decidió vivir en Chile; Julia conoció a un domador en la fiesta del caballo y se divierte sin hablar. Estuvo rica la cena y se nos hizo tarde pero hoy, puntual, mi balcón al mundo se abrió para que yo coralee. El perro, el bus, ese aire fresco y expectante del día...menos el viejo que huye, que huía veloz manipulando su silla de ruedas. Me queda conversar con el cactus antes de ir a la oficina con los alfajores de Gesell y el vestido escotado (que vean que estoy bronceada, que no engordé en la playa... ). Aprovecho las espinas para comentar del viejo y me voy al lunes. Otra vez.
4 comentarios:
Volvió la ternura y las historias, qué alegría, ¡¡saludos desde Rosario!
MGA
Hermosa noche de los enamorados pasó usted, Orillera, rodeada de sus amores, esos que siempre están; las amigas,las plantas que la miman regalándole sus flores y su perra.Ya le hizo el Evatest a "perra orillera"?
Sí, le hice Evatest y dió positivo! Esperamos Orilleros para marzo y pensamos en otras recetas típicas para más reunirnos y más coralear...
Que bella, ¿me parece que a ese viejo de la silla lo sé ver cruzando por la Belgrano o es mentira?
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