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* Ediciones Orillera es un sello de autor (2009) con el que llevamos publicados diez libros. Podés pedirlos aquí orillera@gmail.co o al teléfono +549 2954 614932

* Literatura infantil y juvenil

sábado, 24 de julio de 2010

Un mar de...Elena

Elena teje y llora por todo. Tiene las lágrimas redonditas como falsas perlas que ni de vidrio son, ¿de resina?… tal vez. Mira tele y llora con esos programas que cumplen sueños sencillos; cuando la abuela Ignacia del barrio Villa Palito encontró a su perro perdido; cuando el conductor del noticiero ¡casado de hacía tantos años! se divorció de la cantante de Las morochas del Toboso; con la novela de las seis, la novela de las siete,… Un día estuvo con los ojos mojados desde que empezó la señal de ajuste, a la madrugada, escuchando a un niño vestido de gaucho que- poniendo su mano en el corazón – gritaba:
“Oidtttt mortales// el gritooo sagrado // Liillllibertaaaad, // libertaaad, lllliiiiiibertaddd”! , hasta la noche, con la repetición de imágenes de un asalto a mano armada que tres jovencitos perpetraron en el Banco Catalán. Pito catalán.- Tan jóvenes, murmuraba Elena en medio de su llanto de resina. Y tejió entera una bufanda de dos metros quince, sin contar los flecos.
De pequeña, juntaba huevos en la chacra de la abuela- no la Ignacia que encontró al perro, otra, otra que no salió nunca por televisión- , juntaba huevos de gallina y se trepaba a los tamariscos para ver si venía el carro del lechero. También fue a la escuela N º 14 hasta séptimo grado y a un baile de fin de año con Orquesta en vivo. Cuando cumplió trece, se murieron sus padres y una hermana en un accidente de colectivo -línea de media distancia- de regreso de la ciudad, al campo. Desde entonces vive solita mi alma. Ahí nomás, a los pocos días de la desgracia, mirando la tevé, aprendió a tejer con punto santa clara derecho-revés-derecho-revés-...y encaminó su vida. Ahora teje y llora. Por todo llora, tranquila y contenta de llorar !.

Fin

martes, 6 de julio de 2010

Esmeralda migra


Esmeralda ya tenía pico de años y unos rulos tan enrulados que parecían sikus. Rulos como flautas de pan para sacarles musiquita. Igual esto no es lo importante en Esmeralda, ni esos ojos verdes nominales son lo importante, ni su origen, pero su destino. Vivía en una ciudad pequeña con una plaza central, una farola en cada esquina y pocos edificios de alto. El molino de la ciudad no andaba, los trenes que venían a la ciudad, no andaban y todo el tiempo alguien prometía que los iba a hacer andar pero no andaban. Anden!!! Andariola. Anderete. Andosos mentirosos!. De tal modo que a Esmeralda le crecían las ganas de migrar. Muy ganas de migrar. Muy migrar. Migrar muy, pero le faltaba coraje (todavía) por lo que decidió trazar un plan.
Cada tarde, sentada urgente enfrente de la fuente de la plaza central, dibujaba un mapa de viaje y anotaba cositas: En angelado alado subir y dar tres vueltas. Paris será una fiesta. Llevar brújula, pan y cantimplora. Carta para el abuelo, escribir. No tirar boleto hasta bajar del tren. Gomín de bicicleta y solución transparente. Broches. En angeladado alado subir y dar dos vueltas….Asi trazada, planeada, plantada, contra todos los pronósticos que hicieronlé las calles y las bocacalles, los vecinos y los bocavecinos de su (mi) (la) ciudad, Esmeralda migró.

domingo, 4 de julio de 2010

La granja de Olinda


Olinda tiene una granja desde hace seis años. Se llama " La granja de Olinda". Claro. Tiene una gallineta japonesa cubierta de plumas blancas y cortas que si no fuera por el pico, sería un caniche. También tiene un llamo - que llamo, dice Olinda-... le digo vení llamito que te hago un mimito y él viene, baja su cabeza, la sube y yo le doy un terrón de azúcar" .
Olinda llegó a la montaña hace seis años nada más pero sabe que encontró su lugar en el mundo. Tiene un huerto con zanahorias baby ( sí, en el mundo hay zanahorias baby y chorizo bombón...) lechugas de varios colores y un almácigo hexagonal que en cada cara tiene una hierba distinta: cilantro, orégano, perejil romero, salvia, menta, ciboulette y una plantita verde con hojas que parecen una estrella federal que la hacen sonreír (con pocito en los cachetes), cuando la señala.
Una periodista le hizo una nota en la radio y Olinda contó esto y mucho más.... tengo patos amaestrados. ¿Cómo es eso? - preguntó la voz de la radio- . Les hago clap clap con las manos: vamos, vamos y ellos me siguen adonde voy. Son muy guardianes y vuelan bajito, como yo. Risas de todos y fin de la nota de " La granja de Olinda" que funde en el programa con una canción de Sandro. Amén.

* Foto cosecha 2009