Es primavera en México. María Guadalupe se levanta la pollera con una mano y con la otra, sostiene una sandía herida de muerte. Se sienta en la vereda -como casi todas las tardes de sol -y come y mira.
¡ Y cómo mira !
No andan muchos charros a esa hora, pero pasan una que otra bicicleta.
La bicicleta de la infancia la lleva a Guadalupe con trenzas florecidas; mejicanita Lupe con ojos llenos de aridez ; de sol; de frutas y de historias cruzadas por revolucionarios con botines.
La bicicleta que conduce a María Guadalupe adolescente, es con canasto arriba. Y en el canasto va un hijo de piel oscura y seca.
Pasan la bicicleta del trabajo vendiendo cucuruchos de melón y ají; pasa un hombre rodado ; pasaron una tía cuyo marido Don José, es mariachi... y poco más.
Lentamente se escurre la sandía y puede verse la primavera en México. Puede verse, lentamente, la vida de María Guadalupe pasando en bicicleta.
Fin
* En Menta. Ediciones Orillera 2009. Foto de web