Renata rebelde. Ya de pequeña subía al techo y desde allí miraba el mundo. Renata descubre América. Tierrraa. Hace y deshace, piensa, anhela. Renata anhela desde el techo. Sube y cada vez mira un nido vacío, el sol, su cabeza que gira. Renata triste, se preparó un trago con azúcar morena y jenjibre, armó un cigarro de tabaco fresco y subió. Epa. El techo estaba ocupado. Epa. Había... Roberto, ¿no te acordás ?.
- No. El techo es mío, si te vas bajando...dale.
-Mirá esa nube, se te parece, cambia de aire cada tanto y se infla como vos
-No. Si te vas bajando...
-Sos linda, se huele rico... Soy el hijo de Mercedes, la hermana de la abuela Margarita, ¿te acordás?
-Ah. Es jenjibre lo que sentís, querés?
-Si
-Si
y Renata y Roberto se quedaron compartiendo techo y varios.
Epa.
( ¿Se podía con los primos?)
3 comentarios:
Se puede pero ¿se debe?
Se puede, se puede nenita obvio.
qué bonita esta erre con erre!! qué bonita!!
cascabel
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