Paulita era el otoño. El otoñísimo mismísimo. De pequeña quería ser veterinaria para ver quién vivía adentro de un huevo de perdiz.
Una perdicita! -le decía Joaco- pero ella no se conformaretería nunquis con esa respuesta. Creció un poco y pensó que tal vez podría estudiar malabarismo mismo, para revolotear en el aire mariposas y flores. Pero finalmente se hizo diseñadora de ropa de mujer. Dibujaba bombachas de tul con lunares y bombachas con lunares solamente. La contrató una empresa extranjera de los Estados Unidos de América del Norte , líder en corpiños y en enaguas y Paulita se fue a dibujar lunares por todo el capitalismo yankee.
¿Y el huevo de la perdiz? -le preguntó en carta escrita a mano,enviada por correo postal certificado, su amigo de la infancia-.
Acá estaba el huevo y no lo piso-dijo.
Y nunca más se supo de la vida de Paula. Ayer, recibí un paquete que venía de Praga. Un mago amigo que tengo por el mundo me mandó de regalo lunares de interior, que van debajo de la falda y en la etiqueta había una Paula malabareando flores!. Era el otoño mismo! La perdiz que dibuja! Reconocírreconocerete siempris su sello comercial y no me importa que se inunde el mercado. Hay otoños y hay Paulas marcando diferencias.
* OTONIALA. Original de Azul de Corso.www.azuldecorso.com.ar
5 comentarios:
Qué hermosura!!
volvieron los tris tris!!
cascabel
Gracias!!! qué alegría me da que andes siempre por aquí.
hola mujer!
muy bellas sus palabras...
un beso
¡Qué bueno! ¡Pero qué bueno! Ojalá pudiera yo escribir con esa simpleza cosas tan complejas. Un abrazo.
Lucas
Gracias Lucas, me alienta que opines por aqui. Saludos.
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